plan de guadalupe
Proclamación firmada en la hacienda de Guadalupe, en Ramos Arizpe, Coahuila, el 26 de marzo de 1913 por Jacinto B. Treviño, Lucio Blanco y Francisco Sánchez quienes repudiaban al gobierno golpista de Victoriano Huerta acusándole de traición contra Francisco I. Madero. Se desconocía a los tres poderes federales y a los poderes locales que no aceptaran el plan. Los sublevados nombraron Primer Jefe del Ejército que se denominaría Constitucionalista al ciudadano Venustiano Carranza. El texto establecía que al entrar en la capital del país, Carranza o quien lo hubiese sustituido en el mando por razones necesarias, se encargaría del Poder Ejecutivo el tiempo perentorio para convocar a elecciones. Este plan sufrió algunas modificaciones entre ellas la del 12 de diciembre, que consideraba también la obligación de convocar a elecciones para celebrar un congreso constituyente
El documento fue la respuesta inmediata de las fuerzas constitucionalistas al golpe militar en contra del régimen de Madero el cual, desde sus inicios enfrentó sublevaciones de grupos civiles y militares descontentos de su forma de gobernar, que buscaban la restauración del régimen porfirista. Las más importantes fueron las revueltas encabezadas por los generales Bernardo Reyes, en noviembre de 1911 y Félix Díaz en octubre de 1912. Una vez dado a conocer el Plan de Guadalupe, entre los principales signatarios de este documento se encontraron Jacinto B. Treviño, Lucio Blanco, Cesáreo Castro y Alfredo Breceda.
El Ejército Constitucionalista, encabezado por Venustiano Carranza, y con el Plan de Guadalupe como bandera, logró derrotar al Ejército Federal en agosto de 1914, iniciando así otra etapa de la historia de México que culminó durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, pues se logra una muy escueta reforma agraria, se pacifica al país, es exiliado el último de los generalotes Plutarco Elías Calles y se logra la Expropiación Petrolera. Los libros oficiales dicen que la Revolución Méxicana termina en febrero de 1917 con la promulgación de la Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos, texto que incorporó las principales demandas de los grupos revolucionarios. Pero recordemos los levantamientos en contra de Venustiano Carranza, de Álvaro Obregón y la Cristiada.
El Plan de Guadalupe del 26 de marzo de 1913, diría Venustiano Carranza en 1917, fue "el grito de guerra que lo más selecto de la juventud mexicana lanzó a los cuatro vientos del país contra la iniquidad triunfante, y ese grito no era más que la expresión vibrante y sonora de la conciencia nacional, expresión que reasumía el propósito firme, la voluntad deliberada del pueblo mexicano de no consentir más que el pretorianismo volviese a apoderarse de los destinos de la Nación (...) En tal virtud, con el Plan de Guadalupe quedó perfectamente planteada la cuestión de la legalidad contra la usurpación del derecho contra la asonada de las instituciones libres contra la dictadura militar".
El Ejército Constitucionalista, encabezado por Venustiano Carranza, y con el Plan de Guadalupe como bandera, logró derrotar al Ejército Federal en agosto de 1914, iniciando así otra etapa de la historia de México que culminó durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, pues se logra una muy escueta reforma agraria, se pacifica al país, es exiliado el último de los generalotes Plutarco Elías Calles y se logra la Expropiación Petrolera. Los libros oficiales dicen que la Revolución Méxicana termina en febrero de 1917 con la promulgación de la Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos, texto que incorporó las principales demandas de los grupos revolucionarios. Pero recordemos los levantamientos en contra de Venustiano Carranza, de Álvaro Obregón y la Cristiada.
El Plan de Guadalupe del 26 de marzo de 1913, diría Venustiano Carranza en 1917, fue "el grito de guerra que lo más selecto de la juventud mexicana lanzó a los cuatro vientos del país contra la iniquidad triunfante, y ese grito no era más que la expresión vibrante y sonora de la conciencia nacional, expresión que reasumía el propósito firme, la voluntad deliberada del pueblo mexicano de no consentir más que el pretorianismo volviese a apoderarse de los destinos de la Nación (...) En tal virtud, con el Plan de Guadalupe quedó perfectamente planteada la cuestión de la legalidad contra la usurpación del derecho contra la asonada de las instituciones libres contra la dictadura militar".
El Plan de Guadalupe era un documento político cuyo único fin era remover el gobierno ilegal de Victoriano Huerta y a diferencia del Plan de San Luis y otros planes de la revolución carecía de una agenda social o lista de reformas legislativas. Establecía que al caer el gobierno de Huerta y tomar la ciudad de México, Venustiano Carranza, primer jefe del ejército constitucional, se haría cargo interinamente del poder ejecutivo, pero no le daba poderes legislativos ni un programa de gobierno a seguir, sino la pronta convocación de elecciones.
Al caer el gobierno de Huerta y tomar el ejército constitucional el 15 de agosto la ciudad de México Venustiano Carranza tuvo a bien convocar una Convención Republicana con el propósito de "acordar en ella las reformas que debían implantarse, el programa a que se sujetaría el gobierno provisional, la fecha en que deberían verificarse las elecciones de funcionarios federales y demás asuntos de interés general". Dicha convención decide remover del cargo a Venustiano Carranza y nombra a Eulalio Gutiérrez Ortiz presidente interno, por lo cual Venustiano Carranza tiene que salir de la ciudad de México, con su gobierno y lo establece temporalmente en Veracruz.
En Veracruz, el 12 de diciembre de 1915, decreta unas adiciones al Plan de Guadalupe donde declara dado que el país aún no está pacificado por las acciones del general Villa, el Plan de Guadalupe sigue en vigencia y él continua siendo el primer jefe del ejército constitucional y encargado del Poder Ejecutivo. Además se da a sí mismo facultades legislativas para expedir leyes durante este período.
El 15 de septiembre de 1916, ya derrotados Villa y Zapata, y restablecida la paz declara una Reforma al Plan de Guadalupe donde se convocará a un Congreso Constituyente para que modifique la constitución del país.
Al caer el gobierno de Huerta y tomar el ejército constitucional el 15 de agosto la ciudad de México Venustiano Carranza tuvo a bien convocar una Convención Republicana con el propósito de "acordar en ella las reformas que debían implantarse, el programa a que se sujetaría el gobierno provisional, la fecha en que deberían verificarse las elecciones de funcionarios federales y demás asuntos de interés general". Dicha convención decide remover del cargo a Venustiano Carranza y nombra a Eulalio Gutiérrez Ortiz presidente interno, por lo cual Venustiano Carranza tiene que salir de la ciudad de México, con su gobierno y lo establece temporalmente en Veracruz.
En Veracruz, el 12 de diciembre de 1915, decreta unas adiciones al Plan de Guadalupe donde declara dado que el país aún no está pacificado por las acciones del general Villa, el Plan de Guadalupe sigue en vigencia y él continua siendo el primer jefe del ejército constitucional y encargado del Poder Ejecutivo. Además se da a sí mismo facultades legislativas para expedir leyes durante este período.
El 15 de septiembre de 1916, ya derrotados Villa y Zapata, y restablecida la paz declara una Reforma al Plan de Guadalupe donde se convocará a un Congreso Constituyente para que modifique la constitución del país.
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